Con 17 años y alcoholizado Johannes Kneifel propinó una paliza tan brutal a un hombre que le causó la muerte. Entonces Kneifel era neonazi, pero los cinco años de cárcel lo transformaron en un ferviente cristiano, que observa su pasado de forma crÃtica. Ahora está por terminar sus estudios de teologÃa. Su futura profesión será pastor.